Asisten a personas que viven con enfermedades del hígado, trasplantados hepáticos y sus familias. Trabaja en la difusión y prevención de estas patologías.
Sayani, nombre de origen quechua que significa “yo me mantengo en pie”, “renacer” hace referencia a que las personas con enfermedades hepáticas, cuando están pasando por la parte más difícil de su enfermedad, se mantienen en pie para sobrellevar esto; y muchos que por los tratamientos o el trasplante se estabilizan, “renacen” aún más fuertes que antes de enfermarse.
En búsqueda de poder garantizar un renacer adecuado y saludable para estos pacientes, es que su actual presidenta Patricia Gallardo, se propuso a desarrollar un proyecto que permita conseguirlo.
Pero no es una historia que se origina hace pocos años. Por detrás, hay toda una historia personal que merece ser contada; “cuando decidí especializarme en Hepatología, mi madre me reveló algo que hasta entonces desconocía. Mi abuela Rufina, a quien había visto atravesar una larga enfermedad que la mantenía postrada en cama, había sido víctima de una cirrosis hepática” comenta Gallardo, médica hepatóloga.
Ahora, esa pequeña casa ubicada en el barrio Luján de San Salvador de Jujuy, en la que su abuela vivió y murió en 1987 -a los 60 años- , cerrada por años como si aguardara un destino final, esperando el reciclaje que le permita a Sayani funcionar a gran escala, comenzó a ser refaccionada gracias a un subsidio que recibieron en los últimos días de agosto por parte del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a cargo de Carolina Stanley.
Cuando doña Rufina Torrez murió, no existía en Argentina posibilidad de un tratamiento curativo como el trasplante hepático. En la actualidad existen todas las herramientas necesarias para poder cambiar el destino de muchas personas con estas enfermedades y devolverles calidad y cantidad de vida.
Esta posibilidad de financiamiento se originó durante la vigilia realizada en la ciudad de Humahuaca por los festejos del Bicentenario de la Independencia (2016), cuando parte de la Comisión Directiva se trasladó hasta la ciudad quebradeña. “Gracias a la intervención del Intendente Herrera pudimos hablar con el Jefe de Gabinete de la Nación Marcos Peña, a quien le entregamos una carta y la documentación de Sayani en la que se solicitaba ayuda para la remodelación de la sede. Dos semanas después, recibimos un sobre con el logo de la Presidencia en la que daban el visto bueno a nuestro pedido”, relató Gallardo.
Desde ese momento y hasta agosto de este año, hubo una serie de reuniones e intercambio de información con diversos funcionarios y personal técnico de Desarrollo Social de la Nación, con el fin de cumplir con todas las normas que se exigen para este tipo de ayuda económica. “Nos visitaron en dos ocasiones, conocieron la casa y tuvimos encuentros donde se despejaron dudas y se puso en claro cuál es nuestro objetivo como Fundación”, continuó la presidenta.
Es así que a fines del pasado mes de agosto, Sayani recibe la comunicación oficial por parte de la cartera nacional en la que les confirmaban el otorgamiento del dinero que permitió que hoy ya se hayan iniciado los trabajos de remodelación en la sede ubicada en calle Calilegua al 900.
